Pisos de concreto y pisos curados.

El piso es una parte indispensable de la construcción de nuestro proyecto. Además de los pavimentos de baldosas, terrazo, suelos de madera y otros suelos macizos y de hormigón pulido que solemos mencionar, también se suelen utilizar, especialmente en proyectos de utillaje.

Por eso hoy vamos a hablar de estos dos tipos de suelos.

Resuelve principalmente los siguientes problemas:

1. ¿Cuáles son las diferencias entre pisos curados y pisos de concreto pulido?

2. ¿Cuáles son las características de clasificación de los pisos de concreto pulido?

3. ¿Cuál es el proceso de pulido del hormigón?

1. ¿Cuáles son las diferencias entre pisos curados y pisos de concreto pulido?

Pisos curados: Mejore el desempeño del concreto con agentes de curado selladores

Las innovaciones en los tratamientos de pisos han llevado al desarrollo de un nuevo producto llamado "pisos curados". Este tipo de piso se trata con un endurecedor sellador, también llamado “densificador”. Este agente es un material para el tratamiento de pisos que aporta muchos beneficios a las superficies de concreto. Los agentes de curado selladores están diseñados específicamente para penetrar el concreto y reaccionar químicamente con los químicos presentes en el concreto. Esta reacción química encoge los poros del hormigón, creando una superficie más densa y uniforme. Este proceso convierte efectivamente el concreto en una unidad fuerte y sin costuras.

Una de las ventajas clave del proceso de sellado y curado es su capacidad para mejorar significativamente el rendimiento del hormigón. Por ejemplo, mejora la impermeabilidad del suelo, haciéndolo más resistente al agua y otros líquidos. Esto es especialmente beneficioso en entornos donde suelen producirse derrames o fugas, como almacenes o instalaciones industriales. Además, los pisos tratados tienen una mayor resistencia al desgaste, lo que les permite soportar el tráfico peatonal intenso y el movimiento de maquinaria o equipos. Esta durabilidad asegura la longevidad del piso, minimizando la necesidad de costosas reparaciones o reemplazos.

Otra mejora significativa lograda mediante el proceso de sellado y curado es la mayor resistencia del piso a los ciclos de congelación y descongelación. Esta característica se vuelve particularmente importante en áreas con temperaturas fluctuantes, como durante los fríos meses de invierno. Al minimizar la expansión y contracción causadas por el congelamiento y el descongelamiento, los pisos tratados permanecen intactos y menos susceptibles a agrietarse o dañarse. Además, el endurecedor sellador mejora la dureza de la superficie del hormigón, haciéndolo menos susceptible a rayones, abrasiones u otras formas de desgaste. Esto hace que los pisos curados sean ideales para áreas de mucho tráfico, como tiendas minoristas o espacios públicos.

Piso de concreto pulido

El proceso para pulir pisos de concreto comienza pasando el concreto a través de una herramienta abrasiva. Este paso inicial puede eliminar cualquier imperfección, como pequeñas grietas, manchas o desniveles. Este proceso alisa gradualmente la superficie, preparándola para la siguiente etapa de acabado. Para aumentar aún más la resistencia y la densidad del hormigón, se utilizan endurecedores químicos. Estos endurecedores penetran profundamente en el hormigón vertido de forma natural, provocando una reacción química que fortalece la superficie. Este tratamiento no sólo mejora la capacidad del piso para resistir el desgaste, sino que también aumenta su resistencia a los productos químicos, la abrasión y las manchas. Una vez que el endurecedor ha hecho su magia, entran en juego el esmerilado mecánico y el pulido. Este meticuloso proceso implica múltiples etapas de pulido, utilizando granos cada vez más finos para crear una superficie lisa y brillante. A medida que el hormigón se transforma, su planicidad y reflectividad aumentan significativamente, dando como resultado impresionantes superficies radiantes.

2. ¿Cuáles son las características de clasificación de los pisos de concreto pulido?

Los suelos de hormigón pulido se pueden dividir en dos categorías: suelos recién vertidos y suelos antiguos renovados según el tipo de suelos originales. A continuación, explicaremos principalmente los suelos recién vertidos.

La última tendencia en pavimentos es el uso de cemento coloreado premezclado y áridos de piedra específicos, lo que demuestra espectacularmente creatividad y durabilidad. Al incorporar elementos como guijarros, granito, basalto negro, mineral, roca estéril y más en el concreto mezclado, el piso no solo es hermoso sino que también tiene una mayor resistencia al desgaste. Una de las características destacadas de esta tecnología de suelos es su capacidad para mostrar una variedad de efectos de color. Al finalizar la fase de vertido de la superficie, se le dio al piso un pulido ultrafino para mejorar aún más su apariencia. Este proceso revela todo el potencial de los polímeros decorativos, permitiendo a los diseñadores incorporar elementos únicos como conchas marinas, caracoles, fragmentos de vidrio e incluso piezas metálicas de automóviles. El resultado es un pulido excepcionalmente artístico que da vida a todo tipo de ideas.

Para garantizar el brillo y la funcionalidad requeridos de los suelos pulidos, los suelos pulidos se dividen en tres niveles: microbrillo, brillo medio y brillo espejo. Cada nivel tiene un propósito específico en un entorno diferente. A menudo se aplica un ligero brillo a los suelos industriales, aportando resistencia y estilo. El brillo medio es adecuado para espacios interiores como oficinas, escuelas y hospitales, donde la estética y la durabilidad son igualmente importantes. Por último, el brillo de espejo se utiliza principalmente en lugares de alta gama, como centros comerciales y supermercados, donde una apariencia pulida y prístina es primordial. Sin embargo, se deben abordar los posibles desafíos que puedan surgir durante la instalación.

Las grietas en la capa base pueden causar grietas en la superficie de la plataforma, comprometiendo la integridad y apariencia general. Para resolver este problema, es fundamental garantizar una buena calidad del vertido y un mantenimiento cuidadoso. Siguiendo estos protocolos, los cimientos de concreto pueden protegerse de problemas como polvo, desconchones y grietas. Además de mantener la integridad estructural de su piso, aplicar un endurecedor sellador y una protección pulidora puede mejorar aún más su rendimiento y apariencia. Estas medidas no sólo mejoran su resistencia al desgaste sino que también ayudan a lograr un acabado hermoso y duradero.

3. ¿Cuál es el proceso de pulido del hormigón?

a. Molienda

El primer paso en el proceso de pulido del hormigón es el pulido. De manera similar a sellar y curar el piso, esta etapa inicial requiere un lijado aproximado. Los trabajadores de la construcción utilizan discos abrasivos de diamante y amoladoras para eliminar eficazmente cualquier imperfección en la base de concreto. Durante este proceso, se eliminan hábilmente pequeñas abolladuras, imperfecciones, manchas o capas finas del suelo. Dependiendo del estado del piso de concreto, el proceso de pulido se puede dividir en tres o cuatro pasos para garantizar que el suelo esté plano y liso para su posterior procesamiento.

b. Endurecedor

Una vez preparada la superficie, el siguiente paso es aplicar un endurecedor de construcción para superficies de hormigón. Este innovador producto promueve el endurecimiento superficial del hormigón mediante una reacción química. Los endurecedores aumentan aún más la durabilidad y longevidad de sus pisos al crear una capa de concreto densa y libre de polvo. El efecto resultante es una superficie endurecida que puede soportar el desgaste del tráfico peatonal diario.

C. Pulido

Después del proceso de endurecimiento se requiere un pulido, también conocido como rectificado de precisión. Durante esta etapa, los trabajadores de la construcción lijan cuidadosamente el piso con discos de pulido de resina. El objetivo es conseguir el nivel de brillo deseado y añadir un toque de elegancia al suelo acabado. Este proceso de pulido se puede dividir en tres a cinco pasos, según los objetivos de diseño específicos. Además, la molienda se puede realizar mediante métodos húmedos o secos. El esmerilado en húmedo se utiliza generalmente para el pulido de grano bajo, mientras que el esmerilado en seco se utiliza para el pulido de grano alto. El esmerilado en seco suele dar como resultado una mayor eficiencia y una superficie más suave.